Sillas a contramarcha

Las sillas a contramarcha son aquellas sillas infantiles que se instalan en el sentido inverso a la marcha del vehículo. Son aptas para bebés desde su nacimiento y hasta 35kg o 135 cm.

Según los expertos y diversos estudios realizados sobre la seguridad, sólo las sillas a contramarcha garantizan la mayor seguridad a los más pequeños. Así lo confirman estudios de organizaciones y empresas tanto internacionales como nacionales. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye a través de un análisis que llevar un niño hasta los cuatro años en su silla a contramarcha reduce hasta en un 80% el riesgo de sufrir heridasante un siniestro.

En Estados Unidos, la Academia de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda llevar a los niños a contramarcha hasta que tengan 2 años. Se basan en un estudio realizado por Injury Prevention donde indican que los niños que viajan a favor de la marcha tienen un 75% más de probabilidades de resultar heridos en un choque.

Por otro lado, un estudio independiente realizado por la empresa sueca Folksam sobre sillas para coches indica que solo un 8% de las sillas a contramarcha provocan lesiones severas o la muerte en un choque. Sin embargo, 40 de cada 100 niños murieron o tuvieron lesiones graves con sillas a favor de la marcha.

A nivel nacional, tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como el Real Automóvil Club de España (RACE) consideran que comprar una silla a contramarcha significa elegir el dispositivo que puede salvarle la vida y evitar lesiones en cabeza y cuello a un niño en caso de tener un accidente. Es el mismo mensaje que transmite la Alianza Española en su decálogo por la Seguridad Vial Infantil (AESVI): “Se recomienda respetar las limitaciones establecidas por los fabricantes de sistemas de retención Infantil y llevar al niño en el sentido contario a la marcha el mayor tiempo posible.”

Ventajas de Viajar en el sentido inverso a la marcha

Ya sea por los informes o a los estudios realizados a nivel mundial, el aumento de la concienciación social o el incremento de oferta en el mercado, el resultado es que el uso de las sillas a contramarcha hasta los cuatro años de edad del niño se está generalizando. Y es que son diversas las ventajas de viajar con los niños en sillas ACM. Aquí os indicamos los tres principios que consideramos que debes tener en cuenta a la hora de elegir una u otra silla infantil para tu coche y para tu niño:

• La silla contramarcha protege el cuello, la cabeza y la espalda del niño. Ante un frenazo o un choque con otro vehículo si el niño viaja en una silla a contramarcha se evitaría una lesión grave en el pequeño, ya que su espalda, cuello y cabeza descansan sobre el respaldo y las fuerzas de desaceleración se distribuyen mejor. Sin embargo, ante un choque frontal con una silla a favor de la marcha el bebé queda anclado en la silla sin poder movilizar los hombros por el arnés y debido al impacto y a la fuerza de la inercia, la cabeza junto con el cuello se convierte en las zonas más vulnerables de su cuerpo. Además, hay que tener en cuenta que el cuello de un bebé o de un niño menor de 4 años no posee una estructura ósea como la de un adulto porque no ha terminado de desarrollarse. Si a ello le sumamos que en un niño menor de cuatro años la cabeza pesa un 25% más con respecto al resto de su cuerpo y sus vértebras no están unidas por huesos sino por cartílagos que son mucho más susceptibles de romperse, existe la posibilidad de que se produzcan extensiones de las vértebras de hasta 5 cm, incluso en pequeños impactos. Por lo que, puede ocurrir que el pequeño no resista el impacto frontal del vehículo. Ten en cuenta que el cuerpo de un niño menor de cuatro años todavía se está desarrollando y ello les convierte en seres más vulnerables.
• Las sillas ACM reducen en un 95% el riesgo de sufrir lesiones graves en la columna, parálisis o incluso fallecimiento frente a una silla colocada en el sentido de la marcha. En una silla a favor de la marcha 40 de cada 100 niños mueren o se lesionan ante un fuerte impacto. Sin embargo, en una silla a contramarcha solo el 8% de los niños se lesionan o fallecen. Ante un choque nuestro cuerpo aumenta su peso de forma proporcional a la velocidad y a la fuerza del impacto. Por ejemplo, en un choque a 50km/h el cuello del niño se carga con 50kg de peso en una silla ACM, mientras que si usa una silla a favor de la marcha el impacto le provocaría un peso de 300kg en el cuello. Ello es así, de acuerdo a las leyes del movimiento de Newton que nos indican que a mayor aceleración, mayor será la fuerza. Una ley de la física que no es cuestionable.
• Los países, sobre todo los países nórdicos como Suecia, Finlandia o Noruega que usan sillas ACM tienen cero muertes infantiles por accidentes de tráfico. No existe ninguna ley que obligue uso, pero los padres están concienciados de que son la mejor opción para aumentar la seguridad de los niños y se han convertido en una práctica habitual.

Si todavía te preguntas si será cómodo llevarlos al revés, ten en cuenta que la vida de un niño no tiene precio.

¿Qué silla a contramarcha comprar?

Existen varias marcas de sillas de coche a contramarcha como Klippan, Römer, Axkid o Besafe. Pero, ¿cómo podemos saber si son sillas ACM seguras y adecuadas para nuestro hijo? Antes de comprar una silla infantil para el coche es necesario tener en cuenta los factores personales como tipo de vehículo y percentil del niño, así como los diferentes conceptos legales de seguridad:

• Sistema de Retención Infantil Homologado (SRI). Los expertos en seguridad vial consideran indispensable que la silla disponga de un sistema de retención homologado, adaptado a su peso y estatura. Dicha homologación se observa en una etiqueta de color naranja que se coloca en la parte posterior de la silla e indica la normativa de referencia. Hay que tener en cuenta que la seguridad de una silla no depende de la normativa bajo la que se ha homologado.

Por lo que podemos encontrar sillas con la homologación R-129 iSize que define su uso según la estatura del niño o la ECE R44/04 que va en función de su peso. Por un lado, la normativa R-129 iSize indica un peso máximo de uso de sillas ACM de hasta 35cm y una talla máxima de 125 cm. Por ejemplo, una silla que cumpliría con esta normativa es la KLIPPAN OPTI 129 SPORT.

Mientras que la normativa R44/04 limita el uso de las sillas a contramarcha hasta los 25kg de peso del niño y una altura de hasta 150 cm. Por lo que, la seguridad de una silla no está en base a la normativa que la homologue.

• Vehículo donde se instalará la silla. Se aconseja instalar las sillas en vehículos de cinco plazas, pero si el auto es un biplaza, como excepción la silla colocará a contramarcha en el único asiento libre. En estos casos, es indispensable desconectar el airbag.
• Isofix, Tercer punto o cinturón de seguridad. Los anclajes disponibles en nuestro vehículo es otro de los aspectos a tener en cuenta antes de decantarnos por una u otra silla.
• El material de composición de la silla debe ser de calidad,no tóxico y debe absorber la mayor parte de la energía en caso de impacto.

Además de tener en cuenta todas las posibilidades de sillas de auto que existen en el mercado debemos conocer que existe un sello de garantía llamado Plus Test que es otorgado por un organismo del gobierno sueco, el VTI. Al ser un organismo oficial está libre de intereses comerciales y vela solo por la seguridad de los más pequeños al viajar en el coche. En dicho estudio se miden las fuerzas que actúan sobre el cuello del niño en caso de impacto a diferentes velocidades.

En España ya se venden más de 22 modelos de sillas a contramarcha que han superado el Plus Test. Ello se debe, sobre todo, a que en los últimos anos las ventas de las sillas a contramarcha se han incrementado en un 200%.  Todo parte de un mayor interés de las familias por los Sistemas de Retención Infantil a contramarcha que ha provocado que los fabricantes tengan que ofertar más modelos. Hoy en día ya es posible encontrar sillas ACM para niños de hasta 25 kilos.

Con todos los estudios realizados sobre sillas a contramarcha y desde el punto de vista biomecánico queda claro, que debemos proteger a los niños en choques con asientos orientados hacia atrás mínimo hasta los 4 años de edad y posteriormente, ya podemos usar el cinturón de seguridad del vehículo junto con un refuerzo de posicionamiento del cinturón.